Tras consumar su victoria ante Kara-France, Brandon Moreno recuperó confianza y aire de cara al máximo objetivo dentro de UFC: volver a tener el reinado absoluto.
Pero el mexicano aún tiene una espina clavada, molesta, que es Deiveson Figueiredo. El brasileño lo visitó en el octágono una vez terminado el combate y eso no le gustó al artista marcial norteamericano, tal como manifestó Dana White.
“No me importa. Te prometo que estaba listo para tirar todo en su contra en ese momento. Estaba en Dallas hace dos días, lo vi en el vestíbulo del hotel y hombre, estaba listo para tomar el micrófono y decirle muchas cosas”, inició.
Y concluyó: “Pero todo lo que dije se trató de algo real. Mi otra hija, Madison, tiene ocho años, ahora entiende todo, o no, pero lo entenderá. Sabía que tenía la oportunidad de ser un mejor ejemplo para ella. No quiero que su papá esté haciendo cosas estúpidas en televisión. Así que tomé el lugar solo para decirle que lo perdono y que él me perdone si yo lo hice algo”.
