Bolivia levanta bien alto su bandera y pisa fuerte en la cuna de las artes marciales mixtas gracias a la emergente figura de José Chicho Medina, el luchador originario de Santa Cruz de la Sierra que hará su estreno en UFC ante el estadounidense Zachary Reese, en la división de peso mediano.
La presentación del santacruceño será el próximo 24 de agosto en Las Vegas y la expectativa va en aumento, ya que será el segundo boliviano en representar a su país (el primero fue Bentley Syler) en la competencia luego de un exigente campamento en Tailandia y una posterior intensificación en el reconocido Entram Gym de Tijuana.
Medina está a horas de dar el primer paso en el octágono más famoso del mundo y cumplir su sueño.
El camino recorrido no fue nada fácil. Pese a quedar eliminado en el Contender Series, Dana White puso el ojo en él, elogió su labor y le ofreció ser parte de UFC.
“Siempre supe que un boliviano pueda dar la talla para entrar a esta empresa y detrás aparecerán más, se va a notar la sangre guerrera que tenemos los bolivianos, eso de siempre seguir para adelante, nunca ir para atrás. Es algo que siempre está en nosotros”, exclamó Chicho Medina en diálogo con Titan Channel.
Tras una larga inactividad por varias lesiones, Medina debió someterse a una cirugía para reconstruir su menisco. Una vez recuperado, el luchador boliviano apuntó a una ardua preparación física y apostó a hacerlo fuera de su país.
“Volví a entrenar durísimo para sacar la mejor versión de mí, y me fui a Tailandia por un par de semanas, pero todos mis campamentos los acabé en M-Tramp Gym Tijuana, ya que ellos fueron los responsables de abrirme la puerta. Mi mánager, Raúl Arvizo, me preguntó si quería ir a entrenar a Tijuana y así se dio, yo le dije que sí, que cuente conmigo, que cualquier pelea él la tome, entonces me habló a los meses y me dijo: ‘Chicho hay un ruso para pelear en el Contender Series, y así se dio mi contacto con UFC”, recordó.
José Chicho Medina: una vida ligada a las MMA, la granja y la crianza de pollos
El sacrificio para llegar a la cima no se negocia. Chicho Medina lo tiene claro. Por tal motivo, no olvida sus raíces, sus inicios, y sus batallas incansables fuera del octágono para sobrevivir económicamente.
“Soy veterinario de profesión, tengo mi granja avícola y crío pollos para vivir; siempre he hecho eso desde mis 21 o 22 años para poder sobrevivir, vivir en todo caso porque no me iba mal, entonces luego me iba a entrenar a las 7 de la mañana hasta las 8, luego regresaba a mi granja hasta las 1, volvía a entrenar de 1 a 2, regresaba a la granja y así hacía mis tres turnos, en la noche lo mismo, cumplía con mi otro turno de 8 o 9 horas por muchos años. Después logré liberarme un poco económicamente, mientras también hacía campamentos por semanas. La verdad que siempre fue muy complicado poder evolucionar en este deporte, es por eso que me tomó muchos años de mi vida llegar a concretar esta oportunidad”, reconoció.
Con muchos sueños por delante, pero primero enfocado en cómo derrotar a Reese, su primer rival en el octágono de UFC, Medina aspira a trepar alto en la compañía comandada por Dana White y planea medirse ante los mejores: “Si me quedo en los medianos mi sueño es enfrentar a los mejores, a Bullet, a Vettori, creo que a Paulo Costa, eso sería un gran sueño para mí”, completó.