Mike Tyson sorprendió a sus seguidores al confesar que no recuerda casi nada de su reciente pelea contra Jake Paul en UFC 310. A pesar de haber enfrentado a Paul en noviembre, Tyson, de 58 años, admitió que se bloqueó durante el combate, revelando que sus recuerdos son borrosos, con la última imagen clara siendo a Paul haciendo una reverencia tras el primer asalto.
Tyson, quien fue derrotado por decisión unánime, también reconoció que despertó al día siguiente con fuertes dolores, pero no recordó la potencia de los golpes de Paul.
El combate generó especulaciones sobre un posible arreglo debido a la irregularidad en la actuación de Tyson, pero él desmintió categóricamente estos rumores, afirmando que fue una pelea real. Tyson también reveló que estuvo cerca de la muerte meses antes del evento, debido a una grave complicación médica que requirió transfusiones de sangre. A pesar de su salud delicada, decidió pelear para cumplir el sueño de sus hijos de verlo competir en un gran escenario.
Aunque perdió, Tyson adoptó una actitud positiva, reflexionando que en esta situación «perdió, pero ganó», y expresó su gratitud por la experiencia. Jake Paul, quien se llevó la victoria, también mostró respeto por Tyson, elogiándolo como una inspiración. La pelea será recordada no solo por su resultado, sino por la revelación de la lucha personal de Tyson fuera del ring.
