A sus 58 años, Mike Tyson parece estar considerando su retiro definitivo del boxeo tras su reciente pelea contra Jake Paul el 15 de noviembre en Arlington, Texas.
Durante el combate, Tyson, a pesar de su legendario estatus, mostró signos de desgaste físico, especialmente en los últimos rounds. Por otro lado, Jake Paul reveló que no peleó a su máximo nivel para evitar dañar a Tyson, lo que generó controversia sobre la autenticidad del evento, con figuras como Sylvester Stallone sugiriendo que el combate estaba amañado.
Tyson, quien enfrentó problemas de salud previos al combate, con una pérdida de peso significativa y múltiples transfusiones de sangre por un brote de úlcera, expresó que, aunque perdió, se siente agradecido por la experiencia. Sin embargo, su futuro en el boxeo ahora parece depender de su familia.
Su hijo, Amir Tyson, reveló que su madrastra, Lakiha Spicer, ha intervenido firmemente para poner fin a sus apariciones en el ring. Aunque Tyson no descarta por completo un regreso, incluso considerando una pelea con Logan Paul, la influencia de su esposa podría inclinar la balanza hacia un retiro definitivo.
Mientras tanto, la organizadora del evento, Most Valuable Promotions, negó las acusaciones de manipulación del combate. A pesar de las controversias, el legado de Tyson sigue siendo una parte fundamental de la historia del boxeo, marcando el posible final de una era icónica.