Conor McGregor vuelve a dar un paso concreto hacia su esperado regreso al octágono: el irlandés está oficialmente reincorporado al grupo de pruebas de la Agencia Antidopaje de UFC (UFC Drug Testing Program), supervisado por la empresa Combat Sports Anti-Doping (CSAD). Esta reincorporación era un requisito fundamental para que el excampeón pueda competir nuevamente en 2025.
Tras más de dos años alejado de la competencia —y múltiples postergaciones de su regreso— McGregor vuelve a cumplir con el protocolo obligatorio que exige estar disponible para controles antidopaje durante al menos seis meses antes de ser habilitado a pelear. Según trascendió, ya comenzó a recibir visitas de los oficiales para someterse a los análisis correspondientes.

El anuncio refuerza los rumores sobre una posible pelea contra Michael Chandler, planificada originalmente para mediados de este año. Aunque aún no hay una fecha confirmada, la noticia alimenta la esperanza de los fanáticos, que llevan meses esperando verlo otra vez en acción.
A sus 37 años, y con una fractura de pierna en su historial reciente, McGregor enfrenta el desafío de demostrar que todavía puede ser competitivo en la élite. De momento, está oficialmente en camino para intentarlo.