A semanas de su intenso enfrentamiento dentro del octágono, Alex Pereira y Magomed Ankalaev ofrecieron sus perspectivas sobre lo ocurrido en su primera pelea, marcada por la tensión y la estrategia.
El ruso fue contundente en su análisis: “Alex estaba asustado… Se le notaba en los ojos que estaba confundido”, aseguró Ankalaev, insinuando que el campeón brasileño no encontró claridad en su plan de combate y que la presión táctica terminó por condicionarlo.
Por su parte, Pereira dio su versión con autocrítica y confianza. “Su objetivo era retrasar la pelea. Sinceramente, pensé que estaba ganando, pero no estaba seguro”, explicó el brasileño, quien reconoció la dificultad del duelo y la incertidumbre en la lectura de los jueces.
Ambos coincidieron en que fue una pelea cerrada y estratégica, donde la paciencia y el control del ritmo jugaron un papel fundamental. Mientras Ankalaev apunta a una revancha para demostrar su dominio, Pereira sostiene que su experiencia y precisión serán clave para imponerse con mayor claridad en un segundo encuentro.
La expectativa por una nueva edición del combate crece, y los fanáticos ya sueñan con una revancha que defina quién es realmente el mejor dentro del octágono.