El ex campeón de dos divisiones de la UFC, Conor McGregor, reflexionó recientemente sobre las consecuencias de alcanzar la cima del deporte. En una entrevista difundida por @bareknucklefc, el irlandés confesó que convertirse en una superestrella mundial fue una experiencia tan intensa como desgastante.
“Luchar solo es fácil… pero cuando asciendes, debes agregarle este elemento promocional. Ambos combinados son increíblemente agotadores”, reconoció McGregor, señalando que el peso de la fama y la exposición mediática terminaron afectándolo emocional y mentalmente.
El ex campeón explicó que el proceso de convertirse en una figura global lo llevó a una vida de presiones constantes, compromisos fuera del octágono y expectativas imposibles de sostener: “Me rompió y me superó”, admitió con sinceridad.

A lo largo de su carrera, McGregor no solo se destacó por su talento dentro del octágono, sino también por su carisma y su capacidad de generar atención en cada evento. Sin embargo, ahora reconoce que ese mismo perfil mediático fue un arma de doble filo.
Mientras prepara su esperado regreso, “The Notorious” parece enfocado en recuperar el equilibrio y en redescubrir su pasión original por el deporte, dejando atrás los excesos y la presión de la fama.

