Colby Covington palpita con muchas ganas el último duelo del año ante Leon Edwards, duelo enmarcado en el UFC 296, que puede significar la obtención del cinturón de la división de peso welter para el luchador estadounidense.
Claro, enfrente estará el campeón británico que, después de aquellas dos contundentes victorias ante Kamaru Usman, mantuvo el liderazgo de la división con un dominio absoluto.
Ese dominio absoluto es el que quiere romper Covington que, confiado de cara a la pelea, deslizó sus sensaciones y vaticinó un resultado auspicioso.
“UFC 296. Tic, Tac, León. Faltan sólo unas semanas. Todo el mundo sabe que no quería ésta pelea. Pero, igual que los ingleses no quisieron darnos nuestra libertad, la tomaremos”, comenzó diciendo de manera intimidante Chaos.
Y remarcó: “Y el 16 de diciembre no será diferente. Me llevaré el cinturón para Estados Unidos y tú, en cambio, te volverás a casita en Reino Unido, con las manos vacías. Nos vemos pronto”.
Colby Covington sabe que no fue fácil llegar a la oportunidad titular
De cara al compromiso más importante de su carrera, Colby Covington repasó el arduo trabajo realizado para concretar el duelo ante Edwards.
“Tuvo los enfrentamientos correctos en el momento correcto para llegar a ese punto de su carrera. Luchó contra un fracaso en el peso ligero con Nate Diaz y estuvo fuera casi dos años para conseguir su oportunidad por el título. No creo que justificara tener una oportunidad por el título después de vencer a ese tipo”, esgrimió.
“Él simplemente gritó: ‘Merezco esto, merezco aquello’ en lugar de simplemente salir y trabajar por ello o ganárselo como lo hice yo. Tuve que ganármelo de la manera más difícil. Nadie me dio este lugar para luchar por el título indiscutible. Tuve que seguir el camino no convencional porque el camino directo no estaba disponible. No se lo ganó de la manera más difícil como lo hice yo, y el 16 de diciembre descubrirá que el sueño americano lo arruinará”, remarcó.
“Esta m…de estar sentado ha sido difícil porque quería pelear. Cada pelea la he aceptado. Contra Khamzat Chimaev, Dustin Poirier y algunos otros muchachos de la división con los que UFC intentaba emparejar, pero no querían pelear”, puntualizó.
“Simplemente me dio más hambre y me hizo darme cuenta de cuánto amo este deporte. No me siento vivo hasta que estoy en ese octágono de UFC. Ahí es cuando me siento más vivo en mi vida y siento que ese es el verdadero significado”, concluyó.