Dustin Poirier, uno de los peleadores más queridos y respetados del UFC, abrió su corazón al hablar sobre lo difícil que le resulta estar alejado del octágono. Con una sinceridad conmovedora, “The Diamond” confesó lo mucho que extraña la rutina, la adrenalina y el propósito que le daba el entrenamiento diario.
“Todos los días, en cuanto abro los ojos, lo he hecho durante dos décadas, dedicándole mi vida. Una parte de mí ha muerto”, expresó Poirier, dejando ver la carga emocional que implica alejarse del deporte que lo formó como persona y atleta.
El estadounidense, que ha sido protagonista de algunas de las peleas más memorables en la historia reciente de la UFC, explicó que más allá de los triunfos o derrotas, lo que realmente echa de menos es la sensación de tener un objetivo constante. “Es difícil explicar cómo se siente no tener una pelea en el horizonte. Todo mi cuerpo y mi mente están acostumbrados a vivir para eso”, agregó.
Aunque no confirmó si planea regresar pronto, sus palabras dejaron entrever que la pasión por competir sigue intacta. “Pelear está en mi ADN. Siempre lo estará”, cerró Poirier.
