Tras más de diez años en la élite de las artes marciales mixtas, Dustin Poirier se prepara para despedirse del octágono dejando no solo un legado competitivo, sino también una perspectiva influyente sobre el futuro del peso ligero.
Con su última pelea programada para el 19 de julio en UFC 318, el peleador de Louisiana compartió su visión sobre los enfrentamientos clave que deberían definir la próxima era de las 155 libras.

Con un historial de 30 triunfos y 9 derrotas —21 de ellos por finalización—, Poirier cerrará su carrera enfrentando nuevamente a Max Holloway, en un combate que pondrá en juego el cinturón BMF. Será la tercera vez que ambos se enfrenten, en una rivalidad que suma historia a una trayectoria marcada por victorias ante figuras como Conor McGregor, Justin Gaethje y Eddie Álvarez. Sin embargo, el estadounidense prefiere mirar hacia adelante, enfocándose en los nombres que tomarán la posta una vez que él cuelgue los guantes.
“Sin dudas, aún hay grandes peleas para hacer en el peso ligero. Por supuesto, yo ya no estaré allí para formar parte de ellas (risas). Lo primero que tienen que hacer es poner a Ilia Topuria contra Islam Makhachev. Es la pelea que todos queremos ver. Luego, podríamos sumar a Paddy Pimblett -que me sorprendió- contra Dan Hooker. Y que Justin Gaethje pelee con Arman Tsarukyan o Mateusz Gamrot. Algo así. Que la división siga avanzando”, remarcó el Diamante.