Dustin Poirier ha dado un paso importante en su carrera al anunciar una pelea por el título BMF (Baddest Motherfucker) contra Max Holloway, una batalla que marcará su «último baile» en UFC. Poirier, uno de los luchadores más queridos y respetados de la división de peso ligero, ha sido un contendiente constante en los más altos niveles del deporte. Después de una serie de combates épicos, tanto en victorias como en derrotas, el luchador de Luisiana ha decidido que esta será su última oportunidad por un título, cerrando un ciclo que lo ha visto ganar y perder en algunas de las peleas más memorables de los últimos años.
El enfrentamiento contra Holloway, un eterno rival de élite, promete ser un espectáculo de alto nivel. Ambos peleadores son conocidos por su agresividad, su corazón inquebrantable y su capacidad para dejar todo en la jaula. Poirier y Holloway han compartido ya el octágono en el pasado, y esa historia de enfrentamientos anteriores solo aumenta la anticipación por esta pelea, que además contará con la adrenalina extra de estar en juego el título BMF, que se ha convertido en una de las peleas más esperadas de la UFC.
Para Poirier, esta pelea representa la última oportunidad de dejar su huella definitiva en la historia de la UFC, enfrentando a un rival formidable y, al mismo tiempo, buscando despedirse de la mejor manera posible. El «Último baile» de Poirier promete ser una batalla para los libros de historia.