Después de 15 años de carrera en la élite, Dustin Poirier se prepara para su última pelea profesional en UFC 318. A lo largo de su trayectoria, el peleador de Lafayette, Louisiana, dejó huella con un título interino, batallas memorables y triunfos ante figuras como Justin Gaethje, Conor McGregor y Max Holloway. Ahora, en el final de su camino, quiere despedirse a lo grande.
El escenario será el Smoothie King Center de Nueva Orleans, este sábado, donde Poirier protagonizará la pelea estelar ante Max Holloway, rival al que ya venció en dos ocasiones. Este tercer cruce entre ambos funciona como una especie de trilogía no oficial, cargada de historia y respeto mutuo.

A sus 36 años, Poirier buscará cerrar su legado con una victoria que borre el sabor amargo de su reciente derrota frente a Islam Makhachev en UFC 302. Como detalle especial, su entrada al octágono contará con la presencia de Lil Wayne, el reconocido rapero y también oriundo de Luisiana, quien lo acompañará en este adiós cargado de emoción.
Una última pelea, un rival de peso y una leyenda del rap: Poirier quiere irse como vivió… a lo grande.