El peso ligero de la UFC, Dustin Poirier, está listo para enfrentar una de las peleas más importantes de su carrera en el UFC 302 ante Islam Makhachev. Sin embargo, esta vez, hay un componente adicional que lo impulsa: su hija estará presente para presenciar el evento desde la primera fila, según precisó en diálogo con The MMA Hour.
Con una mezcla de emoción y determinación, Poirier compartió su anticipación por tener a su hija viendo su pelea en vivo. Esta será la primera vez que ella esté tan cerca del octágono, observando a su padre en acción. Para Poirier, esta oportunidad significa más que solo una pelea; es una oportunidad para transmitirle un mensaje a su hija sobre perseverancia y logro de los sueños.
Al expresar sus sentimientos sobre el evento próximo, Poirier compartió: «Mi hija estará allí, en primera fila, por primera vez. Quiero mostrarle que puedes lograr tus sueños». Estas palabras reflejan la profunda conexión emocional que tiene con su hija y su deseo de inspirarla a seguir sus propias aspiraciones.
Para Poirier, esta pelea podría tener un significado especial. Él reconoce que podría ser su última oportunidad de levantar el codiciado cinturón en el aire, y quiere que su hija esté presente para presenciar ese momento. Más allá de la gloria deportiva, esta pelea representa un legado que desea compartir con su familia, especialmente con su hija.
La presencia de su hija en la primera fila agrega una capa adicional de motivación y responsabilidad para Poirier. Él no solo está peleando por sí mismo, sino también por el futuro de su familia y por demostrarles que los sueños pueden hacerse realidad con dedicación y perseverancia.
En resumen, la próxima pelea de Dustin Poirier en el UFC 302 no es solo sobre la búsqueda del título; es sobre dejar un legado y transmitir lecciones de vida importantes a su hija. Su determinación y pasión en el octágono son impulsadas por el deseo de inspirar y enseñar a la próxima generación sobre el poder de perseguir los sueños.