Después de su sorpresiva derrota contra Jack Della Maddalena en UFC 299, Gilbert Burns no dudó en expresar su respeto hacia su oponente y reflexionar sobre su desempeño en el octágono. Burns, conocido por su ética de trabajo incansable y su determinación, optó por enfrentar la derrota con humildad y sin excusas.
«En primer lugar, un saludo a Jack Della Maddalena, qué difícil. Ahora soy un mayor fan», declaró Burns, reconociendo el talento y la habilidad de su oponente. Su actitud de respeto hacia Della Maddalena demuestra la deportividad y la madurez que caracterizan a Burns como atleta.
A pesar de la derrota, Burns se negó a buscar excusas, enfatizando que no hay justificaciones para su rendimiento en la pelea. Asumiendo la responsabilidad de su actuación, Burns mostró una mentalidad de aceptación y crecimiento, reconociendo que la derrota es una parte inevitable del deporte de las artes marciales mixtas.
Gilbert Burns reconoció su edad y su poco tiempo para ser campeón, pero no se dio por vencido
A sus 37 años, Burns reconoció su edad pero reafirmó su determinación de perseguir su objetivo de convertirse en campeón de UFC. «Todavía estoy ahí, sigo vivo en la división. Puedo vencer a tantos muchachos», declaró Burns con confianza, demostrando su firme creencia en sus habilidades y su capacidad para competir al más alto nivel.
Para Burns, la derrota no significa el fin de sus aspiraciones, sino un obstáculo en su camino hacia el éxito. «El sueño sigue vivo, no es sólo un sueño, es mi objetivo», afirmó Burns, mostrando su compromiso inquebrantable con su carrera en UFC y su determinación para superar cualquier adversidad en su búsqueda del título.
La actitud positiva y la determinación de Gilbert Burns ante la derrota lo destacan como un verdadero competidor y un ejemplo de resiliencia en el mundo de las artes marciales mixtas. Con su mentalidad enfocada en el futuro, Burns está listo para seguir adelante y perseguir su objetivo con renovada determinación y pasión.