La rivalidad entre Jon Jones y Tom Aspinall continúa escalando a nuevos niveles de intensidad. Desde hace meses, ambos pesos pesados han estado intercambiando duros comentarios a través de las redes sociales, avivando un enfrentamiento que parece no tener fin. Jon Jones, conocido por su dominio en la división de peso semipesado y aspirante a convertirse en campeón de peso completo, ha sido el centro de la controversia al discutir públicamente con Tom Aspinall, el campeón interino de la misma categoría.
Las tensiones llegaron a su punto más álgido cuando Jones insinuó que Aspinall estaba perdiendo su último combate contra Curtis Blaydes antes de lesionarse la rodilla durante el UFC Fight Night 208. Según Jones, la lesión fue una «suerte» para Aspinall, salvándolo de una posible derrota. Estas declaraciones no hicieron más que avivar el fuego de la rivalidad, alimentando la especulación y las discusiones entre los fanáticos y expertos del deporte.
«Volví a ver su pelea contra Curtis (Blaydes) hoy. Sinceramente, era la primera vez que lo veía. Y al chico éste (Tom Aspinall) le estaban pateando el trasero. Romperse la rodilla fue lo mejor que le pudo haber pasado. A lo largo de los años, he aprendido a nunca apostar contra peleadores estadounidenses. Voy a reírme mucho si vuelve a perder”, esgrimió Bones.
Desde entonces, Aspinall ha respondido con sus propios comentarios, acusando a Jones de evadir un enfrentamiento directo y minimizando su legado en el deporte de las MMA. La guerra verbal ha captado la atención de la comunidad del MMA, quienes esperan ansiosamente la posibilidad de ver a estos dos titanes enfrentarse en el octágono.
La retórica agresiva entre Jones y Aspinall no solo añade emoción al deporte, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de ambos luchadores. ¿Podrá Aspinall demostrar su valía contra un veterano como Jones? ¿Jones podrá mantener su dominio en una nueva división de peso? Estas incógnitas aseguran que la rivalidad entre estos dos atletas continuará siendo tema de debate hasta que finalmente se resuelva dentro del octágono.