Justin Gaethje ha revelado que los directivos de la UFC fueron hasta su casa para pedirle —literalmente— que aceptara la pelea contra Max Holloway en el histórico evento UFC 300. Según el excampeón interino de peso ligero, la promotora necesitaba desesperadamente una pelea estelar para ese cartel, y él era la pieza clave.
“Me rogaron que tomara esa pelea”, declaró Gaethje. “Fueron a mi casa. Me deben una pelea por el campeonato. Tengo un récord de 3-1 en mis últimas cuatro peleas… No voy a pelear con ninguno de estos *** por diversión”.
A pesar de que terminó siendo brutalmente noqueado por Holloway en los últimos segundos de la pelea, Gaethje considera que su disposición salvó el evento y que ahora le corresponde una oportunidad legítima por el título. La declaración refleja el desgaste de muchos contendientes que, aún rindiendo al máximo nivel, sienten que la UFC prioriza el espectáculo por encima del mérito deportivo.

El clip, compartido por @makeshiftpro, ha generado debate en redes sociales sobre cómo la organización maneja a sus peleadores más destacados. Gaethje, fiel a su estilo, no se guardó nada: si arriesga su salud, quiere que sea por algo más que una simple “diversión”.