Kayla Harrison volvió a prender la mecha sobre la posibilidad de enfrentarse a Amanda Nunes y lo hizo con la contundencia de siempre: “Va a suceder más pronto que tarde… Le voy a dar una paliza muy rápido.” La campeona olímpica y estrella de las artes marciales mixtas no solo alimentó la expectativa entre los fanáticos, sino que dejó la puerta abierta a un choque que muchos considerarían de alto voltaje en la escena femenina.
En su breve intervención, Harrison también se permitió soñar con escenarios hipotéticos que enardecen a la comunidad: un triunfo de Valentina sobre Weili abriría la posibilidad de un duelo simbólico entre Estados Unidos y Rusia; y, como broma o anhelo colectivo, mencionó el regreso de Ronda Rousey como otro ingrediente que encendería aún más el interés.
La intención de Harrison parece clara: presionar la agenda mediática y deportiva para que una pelea de ese calibre se concrete cuanto antes, incluso antes del rumorado evento en la Casa Blanca. Más allá del tono desafiante, sus palabras reavivan debates sobre emparejamientos, fechas y estrategias promocionales. Queda a la espera la confirmación oficial, pero la bomba ya fue lanzada y el mundo del MMA ya comenzó a especular.
