La motivación de Edwards para buscar a Covington no era otra que darle una bofetada. «Una bofetada, eso es lo que estaba buscando», dijo el campeón, dejando claro su descontento con el comportamiento de Covington. Según Edwards, las declaraciones y la actitud de Covington no solo dentro del octágono, sino también fuera de él, no reflejan a un verdadero hombre. «Siento que simplemente no es un hombre. La forma en que habla y lo que dice, debería respaldarlo dentro y fuera de la jaula», añadió Edwards con firmeza.
El incidente ha subrayado la intensa rivalidad entre ambos luchadores. Covington, conocido por su personalidad provocadora y sus comentarios polémicos, ha sido una figura divisiva en el mundo de las MMA. Sus enfrentamientos verbales con otros peleadores a menudo trascienden el ámbito deportivo, generando tensiones adicionales fuera del octágono.
Edwards, por su parte, ha adoptado un enfoque más centrado y profesional, aunque no ha dudado en expresar su desdén por la conducta de Covington. Este enfrentamiento verbal y la búsqueda física de Edwards han añadido un nuevo capítulo a su rivalidad, aumentando la anticipación de un posible enfrentamiento en el futuro.
Este episodio también resalta las emociones y pasiones que caracterizan a UFC, donde las rivalidades no solo se resuelven en el octágono, sino que también pueden escalar fuera de él. Los fanáticos del UFC estarán ansiosos por ver si esta disputa se traduce en un futuro combate oficial, donde ambos peleadores puedan finalmente resolver sus diferencias de manera definitiva. Por ahora, el incidente detrás del escenario en UFC 296 se suma a la larga lista de controversias y dramas que hacen del UFC un deporte tan emocionante y seguido.
