El boxeo lo llora. El deporte en general. Manny Pacquio fue uno de los boxeadores más preponderantes de la historia mundial. Fue un ícono, una figura estelar que ha dejado su huella no solo en su país, sino también en cada territorio que pisó.
Tras varias idas y vueltas, la leyenda filipina anunció finalmente su desvinculación definitiva del boxeo, ese deporte que tanto le dio en su vida.
Lo hizo en sus redes sociales, donde precisó que “es difícil para mí aceptar que mi tiempo en el boxeo se acabó. Hoy, anuncio mi retiro. Nunca pensé que este día llegaría”.
“Mientras cuelgo mis guantes, quiero agradecer a todo el mundo especialmente a mis compatriotas filipinos por apoyar a Manny Pacquiao“, agregó.
Adiós boxeo. Gracias por cambiar mi vida. Cuando mi familia estaba desesperada, nos diste esperanza. Me diste la oportunidad de pelear mi salida de la pobreza. Por ti, pude inspirar a la gente alrededor del mundo. Por ti, he transmitido el coraje de cambiar más vidas. Nunca olvidaré lo que logrado en mi vida. Acabo de escuchar el campanazo final. Dios es bueno todo el tiempo. Gracias”.
“El boxeo siempre ha sido mi pasión. Me ha dado la oportunidad de representar a las Filipinas, traer fama y honor a mi país cada vez que entro al ring. Estoy agradecido por todos mis logros, y por la oportunidad de inspirar a todos mis fans”, deslizó.
Además, no se olvidó de su equipo, asesores y demás. “Freddie Roach no fue solo mi entrenador, fue mi familia, mi hermano y un amigo para mi. Sin ellos no sería el peleador que soy. Aprecio todo su apoyo y su cariño a lo largo de los años, todavía me sorprendo por haber conseguido esos campeonatos mundiales en 8 divisiones. Fui el único peleador que tuvo campeonatos mundiales en 4 décadas, el campeón welter más veterano y eso para mí es simplemente una locura. Llegué a hacer cosas que nunca pensé que lograría. Cuando uno cree en la gracia de Dios todo es posible, es el que me dio la fuerza y nunca podré agradecerle lo suficiente”.