A modo de homenaje, Titan Channel desarrolla un ciclo de biografías de los luchadores más preponderantes en la historia de las artes marciales mixtas, esos que marcaron un antes y un después desde su aparición arriba del octágono, como así también aquellos boxeadores que supieron dominar el cuadrilátero durante años. Nombres de mucho peso, otros sorprendentes y algunos determinantes. El nuevo elegido: Roberto Durán. Que disfruten.
Roberto Durán, conocido como “Manos de Piedra”, es una de las figuras más emblemáticas y feroces del boxeo mundial. Nació en la ciudad de Panamá en 1951, en un barrio empobrecido, y desde muy joven, la lucha por sobrevivir en las calles forjó en él un carácter imparable y una resistencia excepcional. Durán comenzó su carrera profesional a los 16 años y rápidamente se destacó por su estilo agresivo y su increíble pegada.
Con una combinación de técnica, dureza y una fortaleza mental única, Durán se convirtió en campeón mundial en cuatro divisiones diferentes: ligero, wélter, superwélter y mediano. Su victoria más memorable ocurrió en 1972, cuando derrotó a Ken Buchanan para coronarse campeón mundial de peso ligero, en una pelea que consolidó su lugar en la historia del boxeo.
Durán fue un maestro del infighting, con una habilidad extraordinaria para desbordar a sus rivales en los intercambios cerrados. Su rivalidad con Sugar Ray Leonard, que culminó en la famosa pelea de 1980, definió su carrera. Aunque perdió la revancha en 1980, el “No más” de Durán, durante la segunda pelea contra Leonard, es uno de los momentos más controversiales de su carrera.
A lo largo de su carrera, Durán enfrentó y derrotó a algunos de los mejores boxeadores de su época, incluidos Esteban De Jesús, Carlos Palomino y Iran Barkley. Su legado es el de un guerrero incansable, cuyo coraje, habilidad y resistencia lo convirtieron en un ícono del boxeo mundial.
