A modo de homenaje, Titan Channel desarrolla un ciclo de biografías de los luchadores más preponderantes en la historia de las artes marciales mixtas, esos que marcaron un antes y un después desde su aparición arriba del octágono, como así también aquellos boxeadores que supieron dominar el cuadrilátero durante años. Nombres de mucho peso, otros sorprendentes y algunos determinantes. El nuevo elegido: Rocky Marciano. Que disfruten.
Rocky Marciano es el único campeón mundial de peso pesado en retirarse invicto, con un récord perfecto de 49 victorias, 43 por nocaut, y ninguna derrota. Su estilo agresivo, su tenacidad indomable y su poder devastador lo convirtieron en una de las figuras más respetadas y admiradas del boxeo mundial.
Nacido en 1923 en Brockton, Massachusetts, de padres inmigrantes italianos, Marciano comenzó su carrera deportiva como jugador de béisbol antes de enfocarse en el boxeo. Aunque no poseía una técnica refinada ni una gran estatura para la categoría (medía apenas 1.78 m), compensaba estas aparentes limitaciones con una ética de trabajo feroz, una condición física envidiable y una determinación a prueba de todo.
Marciano ganó el título mundial en 1952 tras un épico combate contra Jersey Joe Walcott, a quien noqueó con un derechazo brutal. Luego defendió su título con éxito en seis ocasiones, enfrentando a leyendas como Ezzard Charles, Archie Moore y el propio Walcott en la revancha. Sus combates eran batallas físicas intensas en las que Marciano, incluso sangrando o en desventaja, nunca retrocedía.
En 1956, sorprendentemente, anunció su retiro a los 31 años, aún como campeón. Decidió dejar el boxeo en la cima, invicto y sin controversias, algo inédito en los pesos pesados. Su legado ha resistido el paso del tiempo y su récord invicto sigue siendo un símbolo de perfección y fortaleza.
Rocky Marciano no solo ganó todas sus peleas: ganó el respeto eterno del mundo del boxeo.
