Sean O’Malley, conocido por su carisma y habilidades dentro del octágono, ha expresado abiertamente su descontento ante la idea de ser el coprotagonista detrás de Ilia Topuria, especialmente debido a la diferencia de estatura. En su típico estilo directo, O’Malley ha dejado en claro que consideraría injusto ser relegado a un papel secundario detrás de un oponente más bajo que él, como Topuria, quien mide 5’4″.
Para O’Malley, la altura parece ser un factor importante en la jerarquía de los combates, y ser colocado detrás de alguien más bajo que él en el cartel principal le resultaría molesto. Su comentario revela una preocupación por la percepción de la igualdad en el deporte, donde la estatura y otros atributos físicos pueden influir en cómo se percibe la posición de un luchador en un evento.
Sin embargo, O’Malley también muestra una actitud pragmática al mencionar que estaría dispuesto a aceptar esa posición si recibiera una compensación adecuada en términos de puntos de venta por evento (PPV). Esto sugiere que, aunque puede tener sus reservas sobre su posición en el cartel principal, está dispuesto a adaptarse a las circunstancias si hay incentivos financieros significativos.
La declaración de O’Malley refleja una combinación de orgullo profesional y pragmatismo financiero que es común entre los atletas de alto rendimiento. Si bien la competencia y el deseo de destacar son importantes, también lo son los aspectos financieros y la capacidad para asegurar una compensación justa por el trabajo y el riesgo involucrados en el deporte de las artes marciales mixtas.
En última instancia, la posición de O’Malley en el cartel principal y su compensación asociada pueden depender de una serie de factores, incluida su popularidad entre los fanáticos, su historial de desempeño en el octágono y las decisiones de promoción de la organización. Sin embargo, su franqueza sobre el tema muestra su firme compromiso con su carrera y su valoración de su propio talento y contribución al deporte.
