Sean O’Malley habló con franqueza sobre sus sensaciones previas y durante su revancha contra Merab Dvalishvili, admitiendo que fue una de las peleas que más tensión le generó en su carrera. El campeón de peso gallo de UFC reconoció que Merab “se sentía diferente” en esta ocasión, más fuerte físicamente y con una presencia intimidante desde los primeros instantes del combate.
“Nunca había estado tan nervioso antes de una pelea”, confesó O’Malley. “Definitivamente sentí un nivel de ansiedad al que no estoy acostumbrado. Supe desde el principio que sería una noche difícil”.
El factor que más preocupaba al campeón era el conocido cardio inagotable de Merab. “Sabía que si ese hijo de p*** lograba agarrarme, había una posibilidad real de que no pudiera escapar de su control. Su ritmo y su fuerza eran muy distintos a la primera vez”, agregó.
Aunque O’Malley es conocido por su confianza y estilo relajado, esta pelea le mostró un lado más humano y estratégico. La experiencia frente a un rival tan agresivo y persistente como Dvalishvili le recordó que en las MMA, ningún combate está garantizado, y que la preparación mental es tan crucial como la física.
