Chile se preparaba para disfrutar de un evento histórico y sin precedentes para el deporte de su país. Jennifer “La Jefa” González, se había convertido en la primera mujer trasandina en debutar en el octágono de UFC, en el encuentro que disputaría ante la brasileña Josiane Nunes, en la categoría peso gallo (135 libras).
No obstante, la USADA (agencia antidopaje de Estados Unidos) decidió ingresar sin previo aviso al gimnasio de González y la expulsó de la competencia sin motivo alguno. Asegurando, además, irregularidades por parte de la luchadora chilena que no existieron.
Por tal motivo, el estreno de la “La Jefa” lo han puesto en stand by, aunque la esperanza de revertir la historia es lo último que se pierde.
“USADA aún no resuelve mi caso, así que con UFC estoy congelada por un rato. De todas maneras, me gustaría competir en otros eventos mientras todo se arregla, ya que es importante para mí mantenerme activa, el rose competitivo, la costumbre de subir a la jaula, no quiero perderla”, remarcó González en diálogo con Titan Channel, tras su fallido debut en la organización.
SU HISTORIA DE PASIÓN Y SUPERACIÓN POR LAS MMA
Jennifer nació en una familia tradicional chilena y siempre estuvo ligada al deporte. “Hacía todo tipo de deportes en el colegio, mi hermano me incorporó a su grupo de taekwondo cuando tenía 13 años y ahí empecé a familiarizarme con la actividad”, recordó.
Y agregó con nostalgia: “siempre me mantuve entrenando hasta que quede embarazada , fue un golpe duro, ya que no estaba preparada para ser mamá, era demasiado inmadura y tenía muchos planes futuros; fue difícil, pero hoy no cambiaría nada, ya que no conozco la vida sin mi hijo”.
Su vinculación con las artes marciales mixtas no tuvo un inicio esperado, y González tuvo que sortearlo a base de superación. “Tuve pelea amateur y me descalificaron por golpearla en el piso. Y la primera pelea profesional la hice con una boxeadora con mucha más experiencia que yo en competencias, la llevé a sueño y quedó con su cara mal, así que ahí fue difícil poder conseguir rival, aunque también es difícil ya que Chile es muy pequeño y hay muy pocas escuelas de MMA; sumado a que muy pocas mujeres participan de esta disciplina”, aseguró.
Asimismo, no se olvidó de su estadía en Brasil y asumió que “la pelea no era para mí, no tenía la experiencia ni la técnica necesaria para competir con una invicta chica, pero como en Brasil arreglaban las carreras de los deportistas, me lanzaron a mí; era obvio que perdería, igual así fui mejorando de apoco, en cuanto a mis debilidades, creo que siempre he querido mejorar, soy muy disciplinada, pagué personalizados, entrenaba muchas horas al día, y empecé a mejorar en el momento que dejé de sentir inseguridad en mi”.
Sobre cómo manejar los estados de ánimos y fortalecer el semblante cuando el día a día no acompañaba, la luchadora chilena tuvo dejó una enseñanza clave y digna de imitar para todos los ámbitos de la vida. “Creo que la cabeza influye mucho, si no recibí un daño peor fue porque siempre estaba fuerte, entrenada, si n hubiera estado en esa sintonía, quizá pudo haber sido otra mi realidad. De apoco empecé a ganar, también entendí la forma que se maneja, se también que se tiene que ser completo, no basta con ser un buen luchador o un buen strikers, se tiene que sentir cómodo en todas las áreas, desde ahí ya todo se hace más fácil. Siempre estoy aprendiendo, esto es un camino donde nunca se deja de aprender, practicar, es un lindo y reconfortante estilo de vida”, concluyó.