En una reciente entrevista con Submission Radio, Colby Covington reveló que se ofreció para intervenir y enfrentar a Shavkat Rakhmonov con poca antelación en UFC 310. Covington, conocido por su audacia y disposición para pelear en cualquier momento, comentó que le expresó a la UFC su voluntad de «dar un paso adelante» para salvar el evento. «Me encantaría salvar el show», dijo con confianza, demostrando una vez más que no tiene miedo de tomar riesgos para asegurar su lugar en la cima.
Sin embargo, a pesar de su oferta, Colby dejó en claro que la UFC no parece estar interesada en esa pelea en este momento. «Creo que [la UFC] tenía otros planes… parece que van a tomar un camino diferente», añadió. En lugar de optar por un choque entre Covington y Rakhmonov, las especulaciones apuntan a que la organización está considerando una pelea entre Usman y Rakhmonov como una opción más viable para UFC 310.
Esto resalta dos cosas importantes: la capacidad de Covington para adaptarse a las circunstancias y su constante disposición para enfrentarse a cualquiera, pero también la tendencia de la UFC de tomar decisiones basadas en el marketing y la narrativa. Covington sigue siendo una figura polarizadora, pero su voluntad de estar siempre listo para la batalla es algo que lo mantiene en la conversación por el título, incluso si no siempre es el favorito de la promoción.