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Le pusieron Goku por su pasión por el kung fu desde muy chico. Tiene 29 años y un recorrido importante que lo posicionan como uno de los luchadores de artes marciales mixtas más destacados de Sudamérica.
Gracias a su notable crecimiento, César Arzamendia se convirtió en el primer paraguayo en pisar el octágono de UFC, la organización número uno del planeta MMA. Si bien hoy está Lejos de ella por cuestiones contractuales, no se da por vencido y reconoce que tiene con qué para estar nuevamente entre los mejores.
Mientras aguarda por una nueva oportunidad, el luchador conversó con Titan Channel desde la tranquilidad de su casa en Asunción, y apuntó a devolver a su país a los escenarios más jerárquicos de la disciplina.
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“Actualmente estoy volviendo a los entrenamientos aquí en mi país Junto a mi antiguo entrenador Dhiones Santos; andaba por Estados Unidos pero cómo es costoso me cuesta quedarme allá, aunque siempre que puedo estoy entrenando en El Paso Texas junto a Víctor Dávila, quien es mi entrenador, empresario y amigo. También en California con el maestro Rafael cordero en KingsMMA”, le dijo inicialmente a este medio.
Asimismo, agregó que “actualmente estamos esperando volver a Combate Americas donde estuve peleando en el 2019, o en alguna empresa que me dé una chance, tengo muchas ganas de pelear este año y si es posible hacer un mínimo de 3 peleas para volver a estar en ritmo. Mis ambiciones son pelear lo máximo que pueda y volver a abrir puertas para llevar mi bandera por el mundo”.
Sobre su paso por UFC, Arzamendia lo recordó como un gran paso en el que adquirió “mucho aprendizaje y un sabor agridulce al no poder desenvolverme como quería. Pero bueno, cada día es una oportunidad de volver a intentarlo. Como paraguayo me siento muy orgulloso de llegar tan lejos y por más que tuve miles de obstáculos nunca me detuve para buscar ese sueño”.
En cuanto al crecimiento de las MMA en Paraguay, Goku indicó que “avanzó el sueño de los chicos, antes era imposible para muchos y cuando llegué vi a muchísimos viendo posible ese sueño y trabajando duro; lo único que nos falta es más eventos, más apoyo y que los manejadores trabajen para sacar a los talentos que tenemos. Como así también entrenar afuera del país para crecer y un día soñar con un compatriota campeón mundial”.
Por último, César Arzamendia se definió como “un peleador peligroso, entro a matar o a morir. No me gusta ser tímido y arriesgo todo por eso la mayoría de mis peleas no terminan en decisión o si llegan como la última vez siempre hay un poco de sangre”.
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