Georges St-Pierre, leyenda de las artes marciales mixtas (MMA), reveló recientemente que estuvo en conversaciones para enfrentarse a Floyd Mayweather en un combate único que combinara MMA y boxeo, aunque con reglas particulares. En una entrevista con Covers, St-Pierre describió el momento en que consideró la propuesta.
La oferta, según St-Pierre, era para un combate de boxeo que se llevaría a cabo dentro de un octágono de MMA, pero con una limitación significativa: no se permitirían patadas ni luchas. Para St-Pierre, esta restricción fue una bandera roja. En sus propias palabras, «No quieres permitirme usar mis piernas, usar mis derribos, olvídalo. Es una trampa, no soy tan estúpido».
Esta declaración muestra la mentalidad estratégica y astuta de St-Pierre, quien reconoce la importancia de sus habilidades integrales como luchador de MMA. El poder utilizar patadas y luchas es fundamental en su estilo de combate, y la idea de restringirse solo al boxeo dentro del octágono no encajaba con su enfoque competitivo.
St-Pierre no cayó en la «trampa»
Además, St-Pierre señaló la percepción de la propuesta como una «trampa», insinuando que la limitación de las reglas estaba diseñada para ponerlo en desventaja frente a Mayweather, un maestro del boxeo pero sin experiencia en otros aspectos de las MMA.
La revelación de St-Pierre sobre estas conversaciones arroja luz sobre la complejidad y las negociaciones que a veces rodean a las superpeleas entre estrellas de diferentes disciplinas de combate. Aunque la pelea con Mayweather no se materializó bajo esas condiciones, demuestra la continua atracción que generan estos enfrentamientos únicos entre leyendas del deporte.
En última instancia, St-Pierre optó por mantenerse fiel a sus principios y habilidades como luchador de MMA, dejando claro que no estaba dispuesto a comprometer su estilo para participar en una pelea que percibía como desventajosa.
