Aquel combate de 1996 que disputaron Julio César Chávez y Oscar de la Hoya dejó una enseñanza para la leyenda mexicana. Es que en la previa, Chávez había sufrido un corte en una de sus cejas y, según él, no debería haber peleado.
En ese marco, le marcó al canal Un Round Más, que “Dios me castigó. Porque la verdad no debí haber peleado”.
“Desafortunadamente faltaban cinco días para esa pelea y en el último round en el sparring me hicieron un cortadón. Y no quise cancelar la pelea. El doctor me dijo ‘te vamos a cauterizar la herida’ y me la creí. Fue como un crimen que cometí porque mucha gente apostó a mi favor, mucha gente perdió, no debí haber peleado, pero él hubiera no existe”, recordó.
“Si no me hubieran cortado en el entrenamiento pienso que sí hubiera ganado”, aseguró.
“Pienso que estaba en buen momento todavía. Yo estaba en mi peso, me había preparado como nunca para esa pelea”, deslizó finalmente.
Vale recordar que tiempo después volvieron a enfrentarse y De la Hoya culminó nuevamente ganador.