El 18 de mayo de 2024, el mundo del boxeo fue testigo de un enfrentamiento épico en Arabia Saudita, cuando el ucraniano Oleksandr Usyk venció a Tyson Fury por decisión dividida, convirtiéndose en el campeón mundial indiscutido de peso pesado.
Este combate no solo fue un choque de titanes en el ring, sino también un evento histórico que marcó el final del invicto de Fury, conocido como el «Rey de los Gitanos».
Desde el inicio de la pelea, ambos boxeadores mostraron por qué están considerados entre los mejores de su generación. Fury, con su imponente presencia física y habilidades técnicas, buscó imponer su estilo desde el primer round. Sin embargo, Usyk, conocido por su velocidad y precisión, no se dejó intimidar y respondió con una estrategia bien calculada.
A lo largo de los doce asaltos, la batalla fue una demostración de boxeo en su máxima expresión, con momentos de dominio alternado entre los dos peleadores.
Fury se vio bien en gran parte de la pelea, utilizando su alcance y su habilidad para moverse en el ring con sorprendente agilidad para alguien de su tamaño. No obstante, el poder y la precisión de Usyk fueron cruciales. El ucraniano conectó varios golpes certeros que dejaron claro su intención de destronar al campeón británico. A medida que avanzaba la pelea, Usyk empezó a encontrar su ritmo, desgastando a Fury con combinaciones rápidas y un juego de pies que desconcertó al británico.
El combate fue tan cerrado que al final de los doce asaltos, los jueces emitieron una decisión dividida. Dos jueces vieron a Usyk como el vencedor, mientras que uno optó por Fury. Esta decisión desató una mezcla de emociones entre los aficionados y expertos del boxeo, pero no hay duda de que Usyk demostró ser el mejor en esa noche.
Con esta victoria, Oleksandr Usyk no solo se convirtió en el campeón mundial indiscutido de peso pesado, sino que también entró en los anales de la historia del boxeo al ser el hombre que quitó el invicto a Tyson Fury. El triunfo de Usyk es un testimonio de su dedicación, talento y la fortaleza de su espíritu, consolidándose como una de las figuras más destacadas del boxeo contemporáneo.
