El vídeo de Jon Jones durante la detención en Albuquerque que está dando la vuelta al mundo
El pasado jueves, el campeón de peso semipesado de UFC, Jon Jones, fue arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol y hacer uso negligente de un arma de fuego. Ahora, ha salido a la luz un vídeo de la detención y las pruebas de sobriedad realizadas a Jon Jones, grabado por uno de los policías.
Jones confesó que había bebido «un trago de vodka»
En primer lugar, uno de los agentes se acerca al coche de Jon Jones y le pregunta si ha bebido algo antes de conducir. Jones confiesa haber bebido un trago de vodka. El agente de policía obliga a Jon Jones abandonar el vehículo y le cachea para comprobar que no lleva un arma encima.
En las pruebas de sobriedad, Jon Jones se muestra algo torpe
En las imágenes se aprecia cómo Jones no es capaz de caminar en línea recta en la prueba de sobriedad y trata de justificarse con el policía. El campeón de UFC pide repetir la prueba y le dice al agente que tiene déficit de atención. Jones vuelve a repetir la prueba contando los pasos, pero tiene problemas para realizar la prueba de forma correcta. Jones le dice al agente que su memoria a corto plazo es muy mala. “La gente no sabe eso sobre mí, pero es muy mala”, confiesa Jon Jones a los agentes.
A continuación, el agente le pide realizar una prueba de equilibrio, apoyándose sobre una de sus piernas. Jones tiene muchas dificultades para mantener el equilibrio.
Jon Jones: «Vi a esos vagabundos y decidí hablar con ellos»
Cuando el agente le pregunta sobre su intención de seguir conduciendo, Jon Jones afirma que sí. Añade que se sintió “loco” y se paró a hablar con los vagabundos. “Yo, literalmente, solo enloquecí. Quería conducir. Vi a esos vagabundos y decidí hablar con ellos”, afirma Jones.
El agente procede a esposar a Jon Jones y le comunica que está bajo arresto por “conducir intoxicado”. Jones se muestra en todo momento colaborador y muy vulnerable. Pregunta si podrá quitarse las esposas porque “su ansiedad le pone muy mal”. El agente le responde que solo serán unos minutos. Jones comienza a hiperventilar antes de entrar en el vehículo, visiblemente agobiado, y le pide al agente abrir la ventanilla con la voz quebrada, a punto de romper a llorar. El agente responde afirmativamente y cierra la puerta del vehículo.