UFC tendrá a su disposición más de 1.000 exámenes de coronavirus para comprobar que nadie de la organización, luchadores o sus equipos han sido contagiados y evitar así propagarlo
Se acerca UFC 249. Se acerca el gran evento que tanto le ha costado celebrar a Dana White. El coronavirus ha sido un gran obstáculo que ha cambiado todos los planes. La batalla estelar del gran evento de White ya no podrá ser entre Tony Ferguson y Khabib Nurmagomedov. Ese ha sido el primer gran contratiempo. Pero el presidente de UFC supo remediarlo a tiempo. Tras la elección de Justin Gathje como sustito del luchador ruso, y tras cambiar de escenario decenas de veces, la localización final será este sábado 9 de mayo en Jacksonville, Florida. Por supuesto, sin público. Los combates se celebrarán a puerta cerrada, pero eso no significa que todos los luchadores y sus respectivos equipos no tengan que superar todas las medidas pertinentes de seguridad.
Las medidas de seguridad
Para la celebración del evento, tanto luchadores como sus equipos tendrán que someterse al test de coronavirus para comprobar si están o no contagiados, ya que existen muchos casos en los que ser asintomático no significa no padecer el virus. En este caso, UFC realizará 1.200 exámenes para comprobar si tienen o no el coronavirus a luchadores y equipos. Dentro de esos test irán incluidas 600 pruebas de anticuerpos y otras 600 pruebas de antígeno, tal y como desveló John Ourand, de Sports Business Journal.
Además de estos exámenes, durante la celebración del evento todos usarán ropa de protección, incluyendo mascarillas y guantes. También tendrán que respetar la distancia de seguridad. Por ello, la clásica entrevista que suelen realizar los periodistas con el luchador ganador del combate, no se realizará sobre el octógono como solía hacerse.
El próximo sábado veremos si se cumplen todas estas medidas en uno de los eventos más esperados del año, que ahora verá enfrentarse a Tony Ferguson y Justin Gaethje. Todo, en mitad de una pandemia por coronavirus que en EEUU le ha costado la vida de más de 70.000 personas.